ESCLAVOS LIBRES EN LA FUNDACION ESPAÑOLA DE HUÁNUCO *
Sobre la presencia de los hombres de color en este valle del Huallaga casi poco o nada se ha escrito, y algunos estudiosos que se ocuparon de escribir, casi todos lo han agrupado al sentido de la explotación, del maltrato y la crueldad de los peninsulares, y en ese mismo criterio también socavaron la dignidad del hombre andino de la patria, tema que merece ser discutido sin apasionamiento. Basta de repetir y repetir, lo que escribieron nuestros mayores sobre la historia del Perú, y en particular sobre Huánuco.
Los negros o esclavos,
no fueron del todo solo la porción “violentada y desprotegida por los invasores
a su llegada y de convivencia en el Perú”, la apreciación contemporánea que nos
presentó los intelectuales de los siglos pasados, la respetamos, como en todo
momento de la historia universal, fueron hechos naturales; sin embargo, existe
también los mejores sacrificios que muchos “invasores” del siglo XVI y XVII,
para el caso de Huánuco dejaron el sello de mejorar la vida humana del poblador
natural, llamase chupachos, huamalis, panatahuas, tulumayos, etc.; se conoce
que, las normas de indias estaban todas a favor de los verdaderos dueños del
Perú, sin embargo la clase política de entonces, virreyes, encomenderos, curas,
doctrineros, alcaldes de españoles, alcaldes de indios, regidores, alguaciles, etc.,
algunos de estos funcionarios, no acataban y lo dejaban como letra muerta, actuando
en desmedro de la ciudad fundada y de los pobladores, convirtiendo la administración
del régimen español en mala y corrupta, como actualmente, que en pleno siglo
XXI, se aprecia en las más altas esferas del Estado y en los tres niveles de
gobierno del país, el desorden “criminal de corruptelas de grupos de amigos y
familia”, alentados por quienes ostentan el poder, confirmando que continuamos
con un Estado débil llamado democrático.
Desde la llegada de los
españoles por Tumbes (1529), desde donde comienzan a fundar ciudades
importantes las huestes pizarristas, estuvieron con ellos los negros ladinos
(educados en la fe católica, cargadores, domésticos de servicio, con oficios,
etc.) libres (1), que llegaban con las
familias de los primeros fundadores de las ciudades y en las Encomiendas repartidas,
eran los que junto a los naturales compartían una nueva sociedad española, como
fue Huánuco desde el 15 de agosto de 1539 (en las pampas de la planicie de Dos
de Mayo), trasladada, poblada y luego administrada en convivencia común con los
chupachos del valle del Pillco (billco), desde el 02 de febrero de 1542.
En los archivos
coloniales, se registra la mano laborable del nativo de insuficiente, porque
realizaban la labor de hacer producir la tierra para cumplir con los tributos
que sus Encomenderos recibían cada tres o seis meses, y de trabajo en las mitas
de la coca, la sal, el tejido y la mita minera, siendo que algunos naturales
realizaban concierto de aprendiz con los españoles de algún oficio (sastre,
carpintero, etc.), frente a ello la presencia de la mano de obra de “los negros
libres de Huánuco”, era oportuna, para el trabajo en sus huertas o haciendas, y
también con sus “amos” concertaban con sus paisanos, para hacer “Asiento para
aprendiz del oficio de sastre” o “concierto de aprendiz de herrero” (2).
En esta fecha de los
484 años de la fundación española de Huánuco, pretendemos invitar a los
estudiosos y académicos a reescribir, ampliar y mejorar nuestra historia de
Huánuco, no repitiéndola, sino aportando nuevos datos que debemos dejar a la
generación del presente y del futuro.
* Pascual E. ALEJO
RETTIZ
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(1) Datos tomados del Libro inédito del autor, título “Los
Negros libres de Huánuco - colonia y república”, en la que se publica una
concesión de 500 esclavos libres de derechos en consideración a sus servicios
en Perú, expedida el 25 de diciembre de 1551.
(2) Asiento de aprendiz del oficio de sastre, celebrado por el
español Rodrigo Tinoco con Andrés de Estrada, a favor de Juan de Tinoco su
esclavo libre, Huánuco, 17 diciembre de 1561”; “Concierto de Aprendiz de
Herrero, que realiza el mulato libre Francisco Hernández, para servir al
español Rodrigo López, de oficio herrero, Huánuco, 20 de abril de 1573”.